La habitación de Van Gogh en Arles simboliza un remanso de paz tras el desorden de su vida anterior. Es esa impresión de quietud lo que el pintor quiso reflejar en esta célebre obra.
En octubre de 1888 Van Gogh empezó una primera versión de su Habitación en su Casa amarilla, y, contento del resultado, se la envió a su hermano Théo. Como el cuadro se estropeó por la humedad, le pidió que le cambiara la tela, pero cambió de idea y decidió retocarlo. Por miedo a que la operación resultara delicada Théo recomendó cambiar la tela y propuso a su hermano que pintara una copia de la obra. Le envió el original y, en septiembre de 1889, Vincent realizó una réplica modificando los tonos. A últimos de mes hizo una tercera copia con tonos más oscuros, destinada a su madre y su hermana Willemien. Esta última versión es la que se encuentra actualmente en el museo de Orsay.
Van Gogh había amueblado su alcoba con una simplicidad casi espartana. Pero para él suponía un remanso de paz porque, después de haber vivido en pensiones astrosas, por fin podía poner su sello personal. En especial, la cama tenía el aspecto de solidez, estabilidad y tranquilidad que tanto necesitaba. Sin embargo, un ligero defecto de perspectiva crea una impresión de desequilibrio: el cabezal de la cama no está en ángulo recto con la pared. Las silla están representadas desde arriba, cosa que no ocurre con los demás muebles. El suelo, que no está recto, parece huidizo, como si fuera a desaparecer en cualquier momento. Las puertas cerradas y la ventana apenas entreabierta refuerzan la sensación de claustrofobia. Van Gogh le explicó a su hermana que había pintado este cuadro para probar sus cualidades como colorista. según dijo a Théo, el color "debía dar la impresión de descanso o de sueño en general. En definitiva, la vista del cuadro debía calmar la cabeza y sobre todo la imaginación".
El artista envió el cuadro a su madre y su hermana, a Holanda, en1889. Comprado por el coleccionista alemán Werner Dücker, pasó después a la galería Paul Rosenberg de París. En los años veinte formó parte de la colección Kojiro Matsukata, hasta que, en virtud del tratado de paz con Japón después de la segunda guerra mundial, quedó en poder del Estado francés. Expuesto en el Louvre y en el Jeu de Paume, actualmente se encuentra en el museo de Orsay.
Es un óleo sobre tela de 57 cm x 74 cm y fue pintado en 1889.
En octubre de 1888 Van Gogh empezó una primera versión de su Habitación en su Casa amarilla, y, contento del resultado, se la envió a su hermano Théo. Como el cuadro se estropeó por la humedad, le pidió que le cambiara la tela, pero cambió de idea y decidió retocarlo. Por miedo a que la operación resultara delicada Théo recomendó cambiar la tela y propuso a su hermano que pintara una copia de la obra. Le envió el original y, en septiembre de 1889, Vincent realizó una réplica modificando los tonos. A últimos de mes hizo una tercera copia con tonos más oscuros, destinada a su madre y su hermana Willemien. Esta última versión es la que se encuentra actualmente en el museo de Orsay.
Van Gogh había amueblado su alcoba con una simplicidad casi espartana. Pero para él suponía un remanso de paz porque, después de haber vivido en pensiones astrosas, por fin podía poner su sello personal. En especial, la cama tenía el aspecto de solidez, estabilidad y tranquilidad que tanto necesitaba. Sin embargo, un ligero defecto de perspectiva crea una impresión de desequilibrio: el cabezal de la cama no está en ángulo recto con la pared. Las silla están representadas desde arriba, cosa que no ocurre con los demás muebles. El suelo, que no está recto, parece huidizo, como si fuera a desaparecer en cualquier momento. Las puertas cerradas y la ventana apenas entreabierta refuerzan la sensación de claustrofobia. Van Gogh le explicó a su hermana que había pintado este cuadro para probar sus cualidades como colorista. según dijo a Théo, el color "debía dar la impresión de descanso o de sueño en general. En definitiva, la vista del cuadro debía calmar la cabeza y sobre todo la imaginación".
El artista envió el cuadro a su madre y su hermana, a Holanda, en1889. Comprado por el coleccionista alemán Werner Dücker, pasó después a la galería Paul Rosenberg de París. En los años veinte formó parte de la colección Kojiro Matsukata, hasta que, en virtud del tratado de paz con Japón después de la segunda guerra mundial, quedó en poder del Estado francés. Expuesto en el Louvre y en el Jeu de Paume, actualmente se encuentra en el museo de Orsay.
Es un óleo sobre tela de 57 cm x 74 cm y fue pintado en 1889.
1 comentario:
En realidad el sanatorio es un edificio bonito cerca de Arles, con unos jardines interiores preciosos, aunque las antiguas habitaciones y salas son un poco tétricas...
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